
The Bird Yellow
The Bird Yellow
"En algun punto de nuestro madurar como personas, a todos nos llega fatídicamente aquel momento de la vida en el cual, después de la rebelión intrínseca de la juventud, nos damos cuenta de que si, que nos parecemos a nuestros padres más de lo que querríamos aceptar. Este hecho, como un delincuente redimido de su culpa, nos permite respirar tranquilos y darnos cuenta que somos nosotros más que nunca: guardamos como un tesoro la esencia que nos ha hecho ser, pero la sofisticamos: la llevamos a nuestro terreno.
Intuimos que lo ha hecho de manera inconsciente (tal y como se crece), pero The Bird Yellow saca nueva música y le notamos este ejercicio reflexivo. Tres temas («My Matador» «Slippin» y 1 más que saldrá próximamente) producidos por los jóvenes TomTom Records y que hablan del artista que es en estos momentos.
El barcelonés Gerard Vidal Barrena (1995) reflexionaba en su primer disco Little kids (Delirics, 2018) sobre la conflictividad interna que supone el paso a la edad adulta. Pues ahora, con la nueva música, ya no sitúa el punto de vista de quien nos habla en esta estapa jovial, ahora escuchamos a un adulto con la templanza de quien está cómodo con lo que hace. Lo más sorprendente de todo es justamente esto: la comodidad, que es tan extrema que la podemos masticar cuando escuchamos estos nuevos lanzamientos.
Si con lo que fue un primer disco todos nos pensamos que eso era de un músico consagrado (aún no sabemos dónde encontró tanta madurez), ahora escuchamos la música de un artista que ya ha tenido suficiente perspectiva y recorrido como para depurar detenidamente lo que quiere ser en términos musicales, suficiente talento como para saberlo plasmar en estos singles que vendrán y suficiente calma como para cocinarlos a fuego lento. De esa primera inexplicable madurez, nos muestra a hora una imponente seguridad.
The Bird Yellow ha encontrado su sitio y su manera de hacer, si, pero no se ha acomodado, y del crecimiento ha hecho evolución. Solo son 3 los temas que sacará, pero en ellos escucharemos desde efectos y registros vocales que hasta ahora no había explorado, hasta sintetizadores que dotan de una clase limpísima su música. La modernización total del producto la consigue con la producción (a cargo de TomTom Records), que es la guinda del pastel, com bombos y voces procesadas en clave disco ochentera que dotan los temas de un toque urbano que las orejas más exigentes desean a fecha de 2020. Todo eso, nos hace pensar que Gerard ha añadido nuevos nombres en su librería musical como Parcels o Frank Ocean, que hacen compañía a algunos que siempre han estado, como Nick Cave o PJ Harvey.
A partir de ahora, todo lo que podemos hacer es imaginárnoslo en los conciertos (el punto fuerte del artista) cantando con esa pose firme y trascendente, con la soltura de quien está cómodo, escuchándolo como se escuchan sus conciertos: como si fuer nuestro monitor en los campamentos de verano, todos en silencio absoluto alrededor de una hoguera."
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